Cómo controlar las emociones
En una sociedad totalmente deshumanizada en la que vamos corriendo a todas partes y en la que vivimos más en el pasado y futuro que en el ahora, es importante pararse a respirar, reflexionar y recordar que vamos a morir. Sí, algún día morirás, te lo recuerdo por si se te había olvidado.
Debemos parar, y así humanizarnos de nuevo. El primer paso es ese, asumir que no estamos aquí para siempre, para así dar valor a ciertas cosas y restárselo a otras tantas. Nada es para tanto, solo tienes que detenerte y reflexionar racionalmente.
Si un evento externo te causa malestar, no es el evento en sí el que te daña, sino tu juicio sobre él. Y tienes el poder de cambiar tu juicio.
Marco Aurelio
Cómo controlar las emociones
Si en algo nos distinguimos los humanos de los animales, es que tenemos la capacidad de ser racionales, es decir, tener la posibilidad de no responder impulsivamente a situaciones externas. El problema de esto, es que la mayoría vamos siempre con el piloto automático puesto y ni siquiera tenemos interiorizado que podemos pararnos a reflexionar y no dejarnos llevar por cualquier situación. Esto conlleva a las malas contestaciones a familiares, enfados rocambolescos y lo más peligroso y lo que más afecta a nuestras emociones, la manera en la que nos dirigimos hacia nosotros mismos. Si hoy tu operación de trading tocó stop loss (SL), tienes dos maneras de actuar:
Tipos de reacciones
- Impulsiva (la más común) : «¡Otra vez he perdido! ¡Siempre igual! Nunca podré ser rentable…»
- Racional: «He gestionado bien el riesgo/beneficio y he cumplido mi plan de trading. He hecho todo lo que dependía de mí. Voy a analizar el fallo para que mañana no me vuelva a ocurrir».
¿Cuál crees que es la mejor opción? Está claro que una persona que decida reaccionar de la segunda manera tendrá la cabeza y el camino hacía el objetivo mucho más despejados, pero como te imaginas, lo más común es reaccionar de la primera forma, por eso del piloto automático….
La Metáfora del Arquero de Cicerón
Si un arquero quiere dar a la diana lanzando una flecha, podrá elegir el arco, el tipo de flecha, la fuerza con la que lanza, las horas de entrenamiento que emplea…, pero una vez que la flecha sale del arco, ya deja de estar en su mano acertar en la diana. Puede que una racha de viento desvíe la dirección de la flecha.
Conclusión: el arquero tiene el control sobre ciertos aspectos que dependen de él, pero hay otros que no está en su mano controlar. Por ende, el arquero puede ser campeón olímpico, pero una vez haya lanzado la flecha, debe despreocuparse porque ha hecho todo lo que dependía de él, y ahora solo queda observar.
Extrapolándolo al trading, puedes ser un trader experto, llevar años de práctica y tener la mente preparada, que una vez que abres la operación, ya no hay nada que hacer (salvo salir en break even) y tocará esperar tratando de responder a las respuestas del mercado racional y sosegadamente.
Ejercicios para gestionar las emociones
- Analizar las emociones en búsqueda de los pensamientos que provocan estas mismas: La raíz de una emoción no es el evento externo en sí, sino tu interpretación de ese evento, generada con tus pensamientos. Sigue el rastro de las emociones negativas y averigua que pensamiento o pensamientos la provocan. Una vez los tengas definidos, reduce el número de estos pensamientos hasta eliminarlos. Suena fácil, pero no lo es, si es sencillo, pero requiere práctica a diario.
- Parar a evaluar la situación: Como hemos comentado antes, es muy importante tener la capacidad de parar a reflexionar y evaluar cualquier situación, y solo entonces dar una respuesta racional.
- Restarle valor a las cosas: ¿Es esto para tanto?
- Diferenciar el impacto de un evento externo: ¿Es esto un drama o una situación a resolver?
- Mantras: (Frases con poder psicológico) Yo soy el dueño de mi castillo, y entra y sale solo lo que yo decido que entre y salga (pensamientos) .
- Ser consciente de todos los movimientos: La mente es como una partida de ajedrez, debes estudiar muy bien cual será el próximo movimiento para ganarte la partida a ti mismo y no dejar que ningún triste peón se coma a tu rey.
En conclusión, tú eres el que decides si algo te afecta o no. Esta es la mejor manera de obtener la respuesta a la pregunta tantas veces formulada de cómo controlar las emociones. Si alguien te insulta, creerás que la única manera de reaccionar es la irracional, responder igual o peor a esa persona, pero no lo es. No solo te estás rebajando a su nivel, sino que estás dándole el lujo de que tome control sobre ti. Le das el privilegio de hacerse dueño de tu sosiego y los valores que tanto has trabajado y que tú acabas de tirar por la borda por algo que te debe dar igual. A veces, la mejor respuesta es la indiferencia.
El verdadero modo de vengarse de un enemigo, es no asemejársele.
Marco Aurelio
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